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Los 6 grandes beneficios de la alimentación macrobiótica

Los 6 grandes beneficios de la alimentación macrobiótica

La alimentación macrobiótica gana cada vez más fuerza, como una alternativa para aquellos que buscan un modo de vida más saludable. Más, ¿es tan saludable como dicen? Para responderte a esa pregunta, te hablaremos a lo largo de este post de los 6 grandes beneficios de la alimentación macrobiótica.

Ten siempre en mente el principio básico de esta alimentación

Antes de explicarte los múltiples beneficios de seguir una alimentación con comida macrobiótica, ¿te acuerdas de cuál es su principio básico? La división de los alimentos en dos categorías: Yin y Yang.

Los alimentos Yin son los saludables; verduras de temporada (y proximidad), los cereales, el arroz, trigo, maíz… Y los alimentos Yang son los perjudiciales; cómo las carnes, los productos refinados, la bollería y las bebidas alcohólicas.

Mientras estés leyendo cada uno de los beneficios que te vamos a exponer a continuación, ten este principio siempre en mente.

Los 6 beneficios de la alimentación macrobiótica

La alimentación macrobiótica no solo se trata de alimentos naturales, sino de aportar al organismo nutrientes y propiedades que ayudan a mantener intacta la salud de nuestro organismo. Pero, ¿cómo influye todo esto de forma positiva en nuestro organismo?

Proporciona mayor energía

Proporciona mayor energía

Más energía, resistencia y vitalidad, eso es lo que te proporciona una alimentación macrobiótica. ¡Cuidado! No es que te dé más calorías que una dieta convencional, sino que la combinación de los diferentes alimentos garantiza una circulación mayor de energía.

Esto se consigue gracias a la introducción de alimentos que se adaptan a las características de nuestro sistema digestivo, como los cereales y las legumbres. Al retirar alimentos como los lácteos, carnes y estimulantes, el metabolismo no trabaja de más, aprovechando así la energía para otras cosas.

Ayuda a ir con mayor regularidad al baño

Para conservar el equilibrio, hay tareas que nuestro organismo necesita hacer todos los días, como por ejemplo ir al baño. Sino expulsamos los deshechos con regularidad, al volver a comer, nuestro organismo tendrá que trabajar el doble para eliminarlos.

Podríamos decir que la alimentación macrobiótica permite conservar ese equilibrio dentro de nuestro cuerpo. Con la regularidad evitamos que en nuestro organismo entren toxinas, generadas por las digestiones largas.

Estabilidad emocional

Es cierto que son muchos los factores que pueden influir en nuestro estado de ánimo. Más, ¿sabías que la alimentación tiene mucho que ver? Por ejemplo, el consumo de azúcar y otros productos refinados provocan cambios bruscos en el nivel de azúcar en sangre, lo que provoca que en ocasiones nos sintamos más nerviosos.

Siguiendo una alimentación macrobiótica, se logra una estabilidad de azúcar en sangre, favoreciendo así un estado de ánimo estable.

Menos acidez

¿Sabías que para que nuestro cuerpo pueda realizar todas sus funciones correctamente, debe estar con un PH de 7,35? Pues, hoy en día la cifra suele estar por debajo, lo que significa un estado más ácido.

Un PH por debajo de 7,35 favorece los procesos de inflación, una peor absorción de los alimentos y rigidez muscular. ¿En qué nos ayuda aquí la alimentación macrobiótica? Al consumir unos alimentos, y retirar otros, se mantiene el PH en la cifra óptima, reduciendo así la acidez.

Pérdida de peso

Pérdida de peso

Cereales en grano, verduras y legumbres… Este tipo de alimentación favorece que el cuerpo encuentre su peso ideal, de forma automática.

En otras palabras, la alimentación macrobiótica ayuda al organismo a obtener calorías óptimas, no calorías vacías, y al estar libres de grasas saturadas, ayudan a mantener la línea.

Ayuda a combatir el estrés del día a día

El estrés es un rasgo frecuente en nuestras vidas. Ahora bien, si te dijéramos que uno de los beneficios de la alimentación macrobiótica es que ayuda a combatir el estrés, ¿nos creerías?

Pues sí, lo hace. Es tan sencillo como recurrir a unos alimentos concretos, que nos sirvan en cortos periodos de tiempo. Por ejemplo, durante la hora del almuerzo tomar un zumo de manzana o una gelatina de frutas. Claro que, durante las comidas hay que prestar especial atención a lo que comemos, al mismo tiempo que hacerlo de forma consciente, y tan relajados como sea posible.

Claridad mental

Antes de explicarte este beneficio piensa que los alimentos que ingerimos son como combustible y el cerebro es nuestro deposito. Todos esos alimentos que consumimos llegan a nuestro cerebro, de una forma u otra. Y, sin darnos cuenta, esos alimentos influyen en nuestra forma de percibir la realidad.

Sin embargo, hay que comprender que la realidad es la que es, pues esta no entiende de bueno o malo. Somos nosotros mismos, los seres humanos, los que proyectamos la realidad a través de nuestras interpretaciones y estados de ánimos.

Así que, podemos decir sin lugar a dudas, que nuestra forma de percibir la realidad depende de lo que comemos. Gracias a la alimentación macrobiótica, nuestra mente está despejada, lo que ayuda a que surjan interpretaciones optimistas. En otras palabras, conseguimos claridad mental.

En resumen, toda alimentación macrobiótica persigue alcanzar un equilibrio mayor del que tienes en este momento, apoyando la evolución de cada individuo.

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